Por: Francisco Alberto Galán Sarmiento
A finales del siglo XX Colombia ocupó el cuarto lugar en el mundo por disponibilidad per cápita de agua, mientras que a principios del presente siglo, de acuerdo con el Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo “Agua para todos - agua para la vida”, Colombia ocupa el puesto 24 entre 203 países. La pérdida del puesto de Colombia en este indicador se debe principalmente al aumento de la población y el consecuente crecimiento de las actividades productivas que afectan la calidad y disponibilidad del recurso hídrico.
A pesar de que el país cuenta con avances importantes en el manejo del agua, tiene rezagos inquietantes debidos un desfase entre las normas, las políticas y la aplicación de estas a través de los instrumentos de comando y control como las licencias, y otros económicos y financieros. Las normas presentan elementos novedosos y de un gran potencial, pero las políticas y los instrumentos a menudo se quedan rezagados, con serias repercusiones para la conservación de agua.
